
La diluida voz del Otro

La diluida voz del Otro
Cuatro sujetos encarnados en dos actores. Esta es la propuesta de la obra teatral de Lluïsa Cunillé Après moi, le déluge (Cunillé, 2007) para hablarnos de la construcción del sujeto desde diferentes puntos de partida. Situada temporal y espacialmente en la capital del Congo, Kinshasa, la autora catalana da voz a un Hombre de negocios, a una Intérprete, a un Anciano congoleño que negocia con el hombre el futuro de su hijo como si de un producto se tratara.
La obra se plantea como un juego de voces, reflejos de la subjetividad y la ideología dominante, desde el principio por la relación que se establece entre el hombre de negocios y la intérprete —marcada por los roles de género en el lenguaje entre ellos, de la sutileza en el halago y la interpelación entre los dos géneros—, y también por los empleos de cada uno de ellos: un hombre de negocios, una intérprete que antes quiso ser cantante o actriz. Sin embargo, para entender cuál es la visión de la subjetividad y de la ideología que se nos presenta en la obra, debemos fijarnos en el hecho de que en el escenario hay tres sillas, una de las cuales en todo momento estará vacía.
Es decir, quien tiene voz propia es el hombre de negocios, blanco, heterosexual y europeo, y quienes son interpretados por la intérprete, como si fuera una suerte de médium, son el anciano y a través de este su hijo. Por tanto, como si de una suerte de muñeca rusa se tratara, la intérprete da voz al padre y el padre al hijo, haciendo que cada vez la voz y la corporeidad del subalterno esté más diluida, recordando la pregunta que lanza Gayatri Spivak en su ensayo ¿puede hablar el subalterno? (Spivak, 2003), dado que los personajes que se encuentran ante el hombre de negocios son el reverso de la moneda en la construcción del sujeto que nos presenta la ideología dominante y que afianzan o sujetan los Aparatos Ideológicos de Estado (Althusser, 2022) como son la familia, la escuela, la iglesia, etc.
Por tanto, la disolución del sujeto a media que se aleja de la ideología dominante. Disolución que tiene que ver con la creación de un imaginario del Otro (Said, 2014), en este caso de un país africano que ha sido colonizado y perimetrado a escuadra y cartabón por los colonizadores. De ese modo, la imaginación imperial fuerza la geografía, también la historia, hasta obtener aquello imaginado/construido (Said, 2024). Dicho de otro modo, la relación entre subjetividad y sujeción se muestra en la idea prefabricada de África, haciendo válido aquello que no dice Neus Carbonell en Cultura y subjetividad sobre la ideología desde la mirada althusseriana de la misma: «la ideología es necesaria, en tanto que estructura, en la historia (…) más allá de las formas que históricamente ha tomado» (Carbonell, 2017).
Alteridad, ideología, subjetividad y sujeción se entremezclan para dar forma no solo a la tierra sino también al discurso de los sujetos que viven esa realidad. «(…) los sujetos ideológicos, «viajeros perdidos en la selva», se han de ocultar del hecho de que «fue probablemente el azar el que los determinó ante todo en su opción», han de creer que la decisión que han tomado está fundamentada, que los conducirá a su Meta» (Zizek, 2024).
Por tanto, cuatro personas perdidas «en la selva» de su subjetividad: el hombre de negocios: «Sempre m’ha semblat que em faltava alguna cosa, una cosa insignificant, però amb el temps ha esdevingut important» (Cunillé, 2007); la intérprete: «També vaig fer de cantant, deprès de ser actriu. (…) Actuàvem en festes i creuers de luxe, així és com vaig arribar a l’Àfrica» (Cunille, 2007), el anciano: «He vingut per poder sentir dir a algú que necessitava al meu fill» (Cunillé, 2007). Cada uno en su posición ideológica, subjetiva y sujeta a la realidad desde su perspectiva, muestran los síntomas, como diría Lacan, que articulan su sujeto, que son la razón por la que «gozan» en su desesperación. Sin embargo, parémonos en el subalterno del subalterno, desafiando al aforismo de Lacan de que «no puede haber Otro del Otro» (Carbonell, 2017): el hijo o, mejor dicho, la construcción «ideológica» que hace el anciano del recorrido existencial de su hijo en un lugar como el Congo.
«Vulnerable ante unas condiciones que no ha establecido, uno/a persiste siempre, hasta cierto puento, gracias a categorías, nombres, términos y clasificaciones que implican una alienación primaria e inaugural en la sociedad» (Buttler, 2010), o como diría Althusser la ideología atraviesa a uno antes de nacer, porque nace en un lugar con historia y con codiciones ideológicas particulares. Las condicones existenciales en las que viven las personas del Congo después de la colonización, además de los discursos que los atraviesan sobre su «subordinación natural» —racismo— con respecto a la metrópolis, hacen que el anciano haya sido educado en el no future (Fisher, 2016) y de ese modo negocia con el hombre blanco las condiciones de existencia futuras de su hijo. Un hijo que fue reclutado por las guerrillas para convertiser en un niño soldado, el cual aprendió a matar a los enemigos y que cometió las más terribles atrocidades. Aquello que Said en Cultura e imperialismo llama lo criminal del Imperialismo, se materializa en el discurso del anciano.
La destrucción de la identidad y del individuo llega a su paroxismo cuando el anciano narra que su hijo murió con tres años, pero que de haber vivido hubiera tenido esa vida. Por tanto, subjetividad y sujeción al discurso, como la «jaula de hierro» que Max Weber utiliza para la burocracia, introducida en la subjetividad después del diluvio de la colonización, y que, en consecuencia, se torna tensión entre lo que uno quiere y lo que uno deviene porque la subjetividad sujeta al individuo y lo fuerza hasta que quepa en el molde creado por la ideología y, como se muestra en el final de la obra, a la subjetividad solo le queda, como diria Freud, el sueño como sublimación de su terrible situación. Sin embargo, no ha vencido al síntoma (Lacan, 2024).
Bibliografía
Althuesser, L. [Louis]. (2024). La filosofía como arma para la revolución. Siglo XXI.
Butler, J. [Judith]. «La conciencia nos hace a todos sujetos». En. J. [Judith] Butler, Mecanismos psíquicos del poder (pp. 119-145). Cátedra.
Carbonell i Camós, N. [Neus]. (2017). Cultura y subjetividad. UOC.
Cunillé, L. [Lluïsa]. (2007). Après moi, le délegue. En. Cunillé, Lluïsa. Dues peces, (pp. 449-507). Edicions 62.
Fisher, M. [Mark]. (2016). Realismo capitalista. Caja negra.
Freud, S. [Sigmund]. (1975). Introducción al psicoanálisis. Alianza Editorial.
Lacan, J. [Jacques]. (2024). El sinthome. Seminario 24. Paidós.
Zizek, S. [Slavoj]. (2024). El sublime objeto de la ideología. Siglo XXI.
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